Last Christmas (Nadal 2018)
L’any 1986 Wham va treure la que va ser, fins arribar “All I Want For Christmas Is You” de Mariah Carey, el mundialment més famós hit de Nadal modern (el pòdium només va durar 10 anys). Last Christmas com la seva precedent (White Christmas) era una cançó nostàlgica, on recorda la parella amb qui compartí el Nadal anterior. Perquè el Nadal te molt de nostàlgia de qui ja no hi és (o qui et va foragità de la seva vida), però mai pensem que potser és l’últim que compartirem amb algú.
Aquest any ha estat personalment un any complicat. La medicina moderna obra miracles però no para el temps. Fa temps que vaig entrar en l’edat en que no es te futur, si no present; tanmateix no m’havia adonat que al meu voltant els meus referents vitals han passat a només tenir passat. Recordo dels meus avis, les seves histories repetitives, tics i sortides infantils, i com això ara ha anat passant de mica en mica als pares. Despistes, histories barrejades, deslocalitzacions temporals... passen a ser el dia a dia, de vegades divertit, de vegades desesperant. Els pares van perdent de mica en mica la memòria i la salut; les caixes de pastilles van creant muntanyes cada vegada més altes, aprens protocols, se’t fan familiars les sales de l’hospital (metges, infermeres i auxiliars). Podríem dir que aquest procés és com una pluja fina que va calant, però en realitat és una gota freda que a diferència de temps anteriors, desprès de la tempesta ja no es recupera el que s’ha perdut.
Tothom és conscient que la vida pot finar en qualsevol moment, encara que ningú viu com si demà no existís, i el que ho fa el considerem boig. També creus que els pares marxaran avanç que tu però no ets conscient fins que veus que han agafat el camí que els portarà a aquest final. Afortunadament només és el camí que mirat fredament tota la vida no deixa de ser un camí cap al destí final que és la mort. El més important és que aquest Nadal hi són.
Per aquest motiu cal viure el Nadal amb tota l’alegria que ens sigui possible perquè aquest pot ser l’últim Nadal.
Bon Nadal i un fantàstic 2019
Feliz Navidad y un fantastico 2019
Merry Christmas and a wonderful 2019
Perdó, normalment intento referir-me menys a mi, però aquest any no em sortia res (si mireu el Blog, aquest any pràcticament no he escrit).
Adjunto com a postal el Last Christmas, però no el de Wham si no la versió vintage de PMJ, com a mínim fins que la normativa de la UE no me’l desconnecti (o m’envií als Lladoners com a Pirata)
Podries posar un àudio d'aquesta nadala?
ResponEliminaTinc curiositat.
Ostres això és fantàstic.
ResponElimina¡Claro! Podemos analizar la teoría del Big Bang a través del lente del criterio de falsabilidad de Karl Popper.
ResponEliminaEl criterio de falsabilidad de Popper establece que una teoría científica debe ser susceptible de ser refutada por evidencia empírica. Es decir, debe existir la posibilidad de realizar un experimento o observación que, si se diera, demostraría que la teoría es falsa.
¿Cómo se aplica esto al Big Bang?
Predicciones verificables: La teoría del Big Bang ha hecho numerosas predicciones que han sido confirmadas por observaciones. Por ejemplo, la expansión del universo, la radiación cósmica de fondo y la abundancia de elementos ligeros. Estas confirmaciones fortalecen la teoría, pero no la prueban definitivamente.
Posibilidad de refutación: A pesar de su éxito, la teoría del Big Bang no es inmune a la refutación. Si se descubriera evidencia sólida que contradijera estas predicciones, como la detección de una radiación cósmica de fondo con una distribución completamente diferente a la esperada, la teoría tendría que ser revisada o incluso abandonada.
Entonces, ¿podemos refutar el Big Bang según Popper?
En principio, sí. La teoría del Big Bang es falsable y, por lo tanto, cumple con el criterio de Popper para ser considerada científica. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha encontrado evidencia concluyente que la refute.
¿Por qué la teoría del Big Bang sigue siendo tan ampliamente aceptada?
Amplio consenso científico: La teoría del Big Bang es respaldada por una gran cantidad de evidencia observacional y es ampliamente aceptada por la comunidad científica.
Capacidad explicativa: Explica de manera coherente una amplia gama de fenómenos cosmológicos, desde la expansión del universo hasta la formación de galaxias.
Falsabilidad: Como hemos visto, la teoría es susceptible de ser refutada si se encontrara nueva evidencia.
En resumen, si bien es posible imaginar escenarios en los que la teoría del Big Bang podría ser refutada, la evidencia actual la apoya fuertemente. La ciencia es un proceso continuo de revisión y mejora, y es posible que en el futuro se descubran nuevas teorías que nos permitan comprender mejor el origen y evolución del universo.
Es importante destacar que la ciencia no busca verdades absolutas, sino teorías que sean cada vez más precisas y explicativas. La teoría del Big Bang, al ser falsable y estar respaldada por evidencia, es un excelente ejemplo de cómo funciona el método científico.
¿Tienes alguna otra pregunta sobre la teoría del Big Bang o el criterio de falsabilidad de Popper?
En una prestigiosa universidad, el aula magna resonaba con la expectación de más de 280 estudiantes en un curso avanzado de economía. El profesor Heberman, un académico renombrado y respetado, se encontraba frente a su clase, preparado para impartir una lección compleja sobre teorías económicas abstractas y modelos financieros que habían dominado su carrera. El tono en el aire era serio, casi intimidante, mientras los estudiantes tomaban notas y asimilaban conceptos que parecían alejarse de la realidad cotidiana.
ResponEliminaSin embargo, en la última fila, un hombre de aspecto humilde y desgarbado, que parecía constantemente fuera de lugar, levantó la mano con timidez. Su cara reflejaba una mezcla de nervios y determinación, y todos en el aula lo miraron con curiosidad, aunque algunos con escepticismo. El profesor Heberman, acostumbrado a preguntas de expertos y alumnos prodigios, no pudo evitar sentir que el hombre no estaba a la altura de la discusión.
"Sí, por favor", dijo el profesor con una mezcla de desprecio y ánimo. "¿Qué pregunta tienes?"
El hombre, que había soportado el peso de la mirada crítica de sus compañeros, hizo una pregunta simple, pero profunda, que ponía en cuestión las bases de lo que se había discutido: "¿Cómo puede la economía ayudar realmente a las personas en su vida cotidiana?"
Heberman, visiblemente abrumado por la simplicidad del concepto y con una mezcla de orgullo y desdén, respondió de manera evasiva. Pero entonces, en un arranque de generosidad o quizás desesperación por no saber cómo abordar la cuestión, le ofreció al hombre la oportunidad de tomar el control de la clase. "Si tienes algo que compartir, adelante. La clase es tuya."
Timidamente, el hombre descendió al frente del aula, cada paso resonando como un eco en la conciencia colectiva de los estudiantes. Se colocó frente a la pizarra y comenzó a hablar sin fórmulas complicadas ni referencias académicas. Con una claridad asombrosa, comenzó a desglosar conceptos de economía utilizando ejemplos de la vida real: el valor del dinero, la importancia del ahorro, las decisiones cotidianas que marcan una gran diferencia.
A medida que pasaban los minutos, algo increíble comenzó a suceder. La atmósfera cambió. Los estudiantes, que inicialmente habían entrado a la clase con ansias de conocimiento técnico, se encontraron absortos en lo que parecía ser una conversación sincera y humana sobre cómo la economía realmente afecta a la gente. Las lágrimas comenzaron a brotar en los ojos de algunos, otros se desmayaron por la intensidad emocional que despertaba cada palabra.
El contraste entre la enseñanza del profesor Heberman y el relato honesto y directo de este hombre dejó a muchos boquiabiertos. En un instante, el aula estaba llena de una reverencia palpable, y los aplausos retumbaban en las paredes. Algunos alumnos formaron una fila para agradecer al nuevo "profesor", suplicando incluso por un autógrafo, reconociendo en él la autenticidad que tanto anhelaban en sus estudios.
No obstante, en la primera fila, el profesor Heberman, con su orgullo herido y su vanidad a la vista, sufrió un ataque fulminante. Su rostro se tornó pálido mientras caía de su silla, seguido por la reacción de sus dos jóvenes asistentes, que, horrorizados por la escena, también sucumbieron, atrapados en un torbellino de emociones.
La sala quedó en silencio absoluto, impregnada por la brutalidad de la verdad: el choque de un conocimiento profundamente humano había desmantelado la pretensión de una enseñanza engreída; la vanidad y la falsa superioridad de años de formación académica se disolvieron como el humo. Esa jornada en la universidad se volvió un recordatorio de que, a veces, la sabiduría se encuentra en los lugares más inesperados y que la economía, en última instancia, se trata de las vidas que toca.